«¿Eres de Marte capital o de un pueblecito de las afueras?»
«¿Eres de Marte capital o de un pueblecito de las afueras?» creo que es la pregunta más bonita que una niña me ha dirigido nunca. No hizo falta que le contestara con palabras para que se diera cuenta de que soy de la periferia.