David G. Aristegui y yo llevamos más de un mes intentando averiguar este aparentemente sencillo dato, y no dejamos de sorprendernos con la falta de información al respecto y las respuestas contradictorias (cuando las hay).
Al comenzar a estructurar el libro en el que estamos trabajando, tuvimos en cuenta el año en que la “Sociedad General de Autores de España” para a ser “Sociedad General de Autores y Editores”, es decir, en 1985.
Sin embargo, al parecer es una leyenda urbana eso de que los editores entran en la entidad cuando la “E” de SGAE empieza a hacer alusión a ellos. Es Antón Reixa (expresidente de SGAE) quien en una conversación telefónica me desvela que los editores ya formaban parte de la entidad desde hacía varias décadas, y, cuando me sorprendo, me consuela diciendo que él mismo desconocía ese dato hasta que tuvo acceso a la presidencia.
Indagamos y damos con AEDEM (“Asociación Española de Editores de Música”), que en su historia cuenta lo siguiente:
“Es a comienzos de 1951 cuando surge la primera reunión ante la necesidad de coordinar una postura común de cara a las negociaciones iniciadas con la Sociedad General de Autores de España, tendentes a regular, entre otros asuntos, la labor recaudatoria de SGAE en el campo de la Reproducción Mecánica, modalidad del derecho de autor gestionada hasta entonces de manera individual con las compañías discográficas por parte de los autores y editores musicales.
Finalmente, el 26 de julio de 1951 se firma el convenio entre la SGAE y los editores de música más representativos, fecha que marca una nueva etapa de entendimiento y colaboración que desemboca en una inicial participación de los editores de música en los órganos de gobierno de la SGAE.”
Entendimos al leer el texto que los editores entraron en la SGAE en 1951, sin embargo, consultando “La fuerza de la creación: cien años de la Sociedad General de Autores y Editores” (Tusell y Porras), uno de los libros históricos sobre SGAE, y “Vivir de la pluma: la profesionalización del escritor, 1836-1936” (Jesús A. Martínez), comprobamos la existencia de una Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música, que al fusionarse con la Sociedad Lírico-Dramática crearon la predecesora de la SGAE, la Sociedad de Autores Españoles.
¿Esto significa entonces que los editores estaban en la SAE desde un principio? David y yo elucubramos sobre por qué, cómo y cuándo se produce esa entrada de los editores, tratando de encajar las piezas y los difusos datos al respecto.
Contactamos con AEDEM y preguntamos directamente sobre el tema. Nos contestan:
“Los Editores de Música ya estaban de hecho formando parte de la SGAE con anterioridad al convenio de 26 de julio de 1951, si bien hasta entonces sólo percibían a través de la SGAE los derechos de comunicación pública. Es a partir del convenio cuando también regularizan el cobro de los derechos de reproducción mecánica a través de SGAE y desde entonces entraron a formar parte de sus órganos de gobierno. Hasta que no se constituyó la AEDEM los editores de música se reunían de vez en cuando en el Grupo de Editores de Música del INLE (Instituto Nacional del Libro de España).”
Bien. Escribimos una consulta a través del twitter de SGAE, y esta vez nos contestan que los editores entran en 1995. Es increíble no poder confiar en un dato que aporta la propia entidad, pero está claro que es erróneo.
Seguimos con la búsqueda. Volvemos a contactar con AEDEM para consultar cuándo exactamente se forma el Colegio Editorial y los editores comienzan a tener voto y poder en SGAE. La propia AEDEM necesita tiempo para investigar el dato. Mientras tanto, recibimos documentos del archivo histórico de SGAE y David encuentra publicaciones interesantísimas, ya descatalogadas. Ahora mismo las estamos estudiando para poder ofreceros un relato veraz de los hechos.
Como veis, nos estamos divirtiendo de lo lindo. Igual tardamos un poco más de lo previsto en terminar el libro, pero merecerá la pena. Próximamente iremos desgranando pequeñas grandes historias que no están (aún) en ningún libro y que estamos descubriendo gracias a nuestra investigación.
Stay tuned.