El domingo pasado tuve el honor de inaugurar “La cambra sonora”, un ciclo de experiencias artísticas secretas para aforo limitado que se llevan a cabo en Bigueta (Vila Joiosa, Alacant), una casa tradicional dedicada a la cultura contemporánea. No en vano Bigueta se hace llamar “hogar cultural”, y es que es un lugar donde, tanto artistas como público, nos sentimos como en casa. La idea es crear tal relación de confianza, que la gente reserve plaza y acuda sin conocer qué va a presenciar o en qué va a participar. Puede ser un concierto, una exposición, una lectura, una performance o cualquier otro tipo de manifestación escénica. Lo único seguro es que será una experiencia íntima, única, efímera e irrepetible. Quizás, las cualidades más preciadas hoy en día.

La imagen es de Laura Soler, fotógrafa que gestiona el espacio y que nos ha acogido con una hospitalidad y confianza inusitadas (ella tampoco sabía exactamente qué iba a ocurrir hasta el mismo momento del montaje).
Durante mi intervención el público pudo disfrutar también de la magnífica exposición de obras de Ginés Lloret.
Gracias por la acogida y larga vida a “La cambra sonora”.