ciclo de intervenciones roland barthes & colectivo maDam
a partir de ‘la cámara lúcida’, de roland barthes
Ainara LeGardon se unirá al Colectivo maDam el domingo 22 de mayo.
El resto del ciclo se lleva a cabo los domingos 20/03, 3/04, 17/04, 8/05, 22/05 y 5/06
roland barthes escribió en su ensayo: “… desde el momento en que hay punctum, se crea (se intuye) un campo ciego…”
el punctum es un detalle de la imagen que salta hasta el observador y lo arrastra fuera del marco de la misma. su mirada ha sido punzada, herida. le envía fuera del encuadre en dirección a un campo ciego en el que los personajes continúan viviendo. entonces, el observador anima la foto y ésta anima al observador.
el punctum es una especie de sutil más-allá-del-campo que proyecta el deseo más allá de lo que la imagen misma explicita.
el campo ciego es ese deseo por lo que no se ve, por lo oculto, por lo extraño a la mirada. conduce, si lo hace, a repensar los conceptos, fenómenos o actos de la observación, la visión y el ver mismo, y apela a las zonas difusas de la imagen y a los espacios borrosos de la representación.
un campo ciego consiste en todo aquello que se mueve en el exterior o bajo la superficie de las cosas; captura nuestra atención, se transforma en deseo.
este fuera-de-campo no desborda la imagen por los lados, sino por delante, revelando una especie de profundidad negativa en la misma.
el colectivo maDam, teniendo la improvisación (la escucha) como punto de partida y de llegada, ha explorado ya, a lo largo de sus cinco años de vida, territorios cercanos a ella: la composición y la escena. ahora, con este ciclo, pretende abordar la exploración de la fotografía a partir de una lectura atenta del ensayo de roland barthes ‘la cámara lúcida’ y de una silenciosa contemplación de las fotografías publicadas (o solo mencionadas) en este magnífico escrito.
¿nos darán pie, los campos ciegos de estas imágenes escogidas y proyectadas, a repensar la escucha y el escuchar?
¿descubriremos, en algún punto del ciclo, un campo sordo expresión del deseo por lo que no podremos escuchar, por lo extraño a la escucha misma?
¿podremos reconocer cierta visualidad en nuestra praxis?
¿habrá, en la música improvisada, futuro (a diferencia de lo que barthes decía respecto de la foto, cuando afirmaba que en ella “no hay futuro”, pues lo que se ve “ha sido”)?
decía el filósofo francés: “la fotografía debe ser silenciosa; no se trata de una cuestión de ‘discreción’, sino de música. la subjetividad absoluta solo se consigue mediante un estado, un esfuerzo de silencio (cerrar los ojos es hacer hablar la imagen en el silencio).”
sabiendo que el detalle, el punctum, requiere de cierto lapso de tiempo para que aflore a nuestra conciencia afectiva, cerraremos los ojos y dejaremos, en la escucha discreta y paciente, que las imágenes nos susurren en el silencio. si luego la música surge, será bienvenida…