“Incluso desde aquí nuestra ciudad está siempre al alcance de la mano
si cierras el puño cabe en el bolsillo”
[Extracto del poema “W mieście” (“En la ciudad”) de Marta Eloy Cichocka].
Al presionar el botón de grabación capturo pequeños pedazos de ciudad. Los voy guardando, del puño a la chaqueta, y dejo que ellos mismos se mezclen a su gusto con el vaivén de mis pasos. Aprehendo también los gestos, la belleza, las arrugas, la experiencia de cada una de las personas con las que me cruzo, y cuya respiración acaba en mi bolsillo. No entiendo todo lo que cuentan, pero me lo imagino. Es lo mismo que otros muchos han sentido ya.
Escucho la lluvia, que a veces escupe y moja de igual forma aquí que allá. Admiro la impresionante arquitectura de las grandes plazas, y también los pobres balcones de barrio, apuntalados, con esas cristaleras que un día brillaron. Me fijo en las trampas estéticas que esconde Wroclaw: ventanas falsas, pintadas en la fachada de los edificios, sólo para poder mantener la simetría en la composición. Pienso en el Horror vacui, la no aceptación del vacío.
A mí, en cambio, me produce cierto rechazo la saturación de músicas, melodías, cantos, sonidos, ruidos, voces y ecos que nos rodean de forma continua. En una ciudad apenas existen lapsos silenciosos. No nos libramos del rumor del tráfico ni siquiera en el interior de uno de los grandes parques urbanos, donde escuchar el batir de alas de un pájaro se convierte casi en un manjar poético que no se encuentra al alcance de cualquiera. Durante las horas diurnas, ni en Donostia ni en Wroclaw cesan los ruidos de las obras; muchas veces, tampoco de noche. Las ciudades se visten de gala, y nosotros sufrimos sus quejas cuando les apretamos demasiado el corsé o la corbata. Y mientras tanto, el mar y el río no dejan de moverse. ¿Qué habitará bajo los agujeros burbujeantes que quedan en la costa al retirarse las olas? ¿Y bajo la estela que dejan los patos al mover sus palmas en el agua? ¿Será ahí donde residen los huecos, el espacio, el tiempo, el descanso desde el que poder oxigenarnos?
En “El deseo como cemento” un collage sonoro formado por grabaciones de campo realizadas en Donostia y Wroclaw es manipulado en directo desde dos reproductores de casete, y filtrado por un eco de cinta analógico. El sonido natural de mi voz se entremezcla con el de objetos y materiales que funcionan como aglomerantes. Se moldean y adhirieren a los sonidos de las ciudades, aceptando y creando artificialmente momentos de silencio, pues sospecho que es entonces cuando la ciudad nos permite pensar en cuáles son nuestras necesidades, inventar aquellas historias que deseamos se conviertan en realidad, y, en definitiva, dialogar.
Dialogar entre nosotros y con ellas, en el idioma en el que hablan las ciudades y las historias: un lenguaje aunque a veces torpe, siempre acogedor; formado por palabras truncadas, de las que nos llevamos tan sólo una parte de su significado. De esta manera podemos seguir construyendo ficciones y rellenar con el cemento del deseo los huecos de nuestra vida que no acertamos a comprender.
Algunos elementos utilizados en “El deseo como cemento”:
-Astilla de haya recogida en Garoa Kultur Lab (Donostia) el 27 de marzo del 2015: La poesía sonora de los golpes del hacha en la madera, esos cortes con los que el aizkolari Patxi Larretxea cantaba sobre el tronco mientras su hijo Hasier recitaba los versos de esa “Niebla fronteriza” a través de la que los vascos caminamos, intentando conjugar nuestras vidas entre tiempos verbales pasados y futuros: http://www.ainaralegardon.com/2015/06/la-poesia-de-la-vulnerabilidad/
-Sonido de mis manos pasando todas y cada una de las páginas del libro “Cartas a un joven poeta” de Rilke, en Garoa Kultur Lab (Donostia) el 9 de junio del 2015. Aprovecho mi amistad con Ines, la librera, para pedirle que baje el volumen de la música y así poder grabar tan sólo el sonido del papel, arropado por el ambiente creado por cuatro clientes.
-Arena recogida en la playa de Ondarreta (Donostia) el 9 de junio del 2015: http://www.ainaralegardon.com/2015/06/mis-pasos-en-busca-del-liquido/
-Conchas recogidas en la Zurriola (Donostia) el 12 de junio del 2015: Tesoros de playa, que quizás no sean los más bonitos, pero sí los que mejor suenan; los más ligeros y agudos, los más rugosos y versátiles, los que tienen agujeros para poder soplar a través de su cuerpo. Con cada ola, una joya más.
-Sonido de mis pasos caminando hacia la orilla de la playa de la Zurriola (Donostia) el 12 de junio del 2015, y cómo se esconden, poco a poco, bajo el rumor de las olas: http://www.ainaralegardon.com/2015/06/proyecto-wroclaw-donosti-9615/
-Sonido del tranvía 2496, línea 24 a Osobowice, grabado en Wroclaw el 21 de junio del 2015, la belleza y los gestos de la conductora, la historia de los cazadores y otros viajeros: http://www.ainaralegardon.com/2015/06/cuervos-lluvia-y-tranvias-wroclaw-210615/
-Sonido del mercado de La Bretxa (Donostia) el 12 de junio del 2015: los idiomas mezclados, la máquina que sierra el tuétano, el hacha que despedaza la carne, las cajas registradoras, las flores, la amabilidad.
-Sonido del mercado Hala Targowa (Wroclaw) el 20 de junio del 2015: los pájaros robando pienso, los teléfonos, los frutos rojos, las voces, las risas.
-Sonido del Parque de Cristina Enea (Donostia) el 12 de junio del 2015: perros jadeando, manojos de llaves meciéndose al cuello de los caminantes que silban para llamar la atención de sus mascotas, bicicletas.
-Sonido del río Odra a la altura de Paula Wlodkowica (Wroclaw) el 18 de junio del 2015: las palomas empapadas emprendiendo el vuelo, el puente de madera temblando al paso del tranvía.
-El mar entrando con fuerza bajo el puente del Kursaal (Donostia) el 9 de junio del 2015.
-Sonido de un parque a la orilla del río Odra (Wroclaw) el 20 de junio del 2015: niños jugando en los columpios, viento en los arbustos, mis pasos en la gravilla.
-Niños jugando al fútbol en la Plaza de Cataluña (Donostia), el 9 de junio del 2015: bajo el cartel que avisa “prohibido jugar al balón” éste rebota contra las paredes de la Parroquia de San Ignacio, en cuyo interior se está rezando el rosario.
-Un rosario encontrado en una silla del Teatro To Tu (Wroclaw) el 30 de junio del 2015.
-Una grabadora de casete rota, comprada en la tienda de objetos de segunda mano “Gauza Onak” (Donostia) el 12 de junio del 2015 por un tercio del precio que pedían por ella. No funciona correctamente, pero realiza una lectura propia e interesante de aquello con lo que se encuentra.
-Una vasija de cristal y una grabadora de casete (también deteriorada) compradas en el mercadillo del domingo 28 de junio del 2015, tras la antigua estación de tren de Wroclaw.
-Sonido de muelles oxidados, de varios tamaños y formas, así como una pieza creada utilizando los artefactos con los que se realizaban los efectos especiales de las películas de los años 50 en Wroclaw Feature Film Studio (WFF Wroclaw), actualmente denominado CeTA- Centrum Technologii Audiowizualnych (Centro Tecnológico Audiovisual). Grabado el 26 de junio del 2015.
-Una circunferencia de papel fino, donde se escribían antes los patrones polares de los micrófonos, recogida en la antigua sala de efectos especiales del CeTA (Wroclaw) el 26 de junio del 2015.
-Semáforo en verde, con indicación sonora percutiva para invidentes que recuerda al sonido de la txalaparta, grabado en Wroclaw el 26 de junio del 2015.
-Palomas confiadas, cuervos esquivos, patos hambrientos a los que una niña alimenta con pedazos de pan duro. El vuelo de todos ellos. La lluvia.
-Tráfico, sirenas, gentío, cómo cambian las voces en los pasos subterráneos.
-Viento, al que he dejado que se recree con los micrófonos de la grabadora. En ocasiones, ni el mejor quitavientos puede silenciarlo.
Inspiración tomada de forma más o menos directa de Eneko Gil, Jaime de los Ríos, Antonio Onio, Braulio Bandeira, Hasier y Patxi Larretxea, Adam Zagajeswski, Marta Eloy Cichocka, Eugeniusz Get Stankiewicz, Bruno Schulz, Malgorzata Haduch, Maria Mavridou, Dariusz Jackowski, Álvaro Barriuso, Rafa Rodrigo, un guía turístico llamado Simon, y las historias de destrucción y reconstrucción que han marcado a ambas ciudades.
Gracias a los equipos humanos de DSS2016, ESK Wroclaw 2016, Etxepare Euskal Institutua, CeTA- Centrum Technologii Audiowizualnych, Księgarnia Hiszpańska Wrocław, Garoa Kultur Lab, Kris Cwik, y a todas las personas de las que he podido capturar un gesto o con las que he compartido experiencias durante este proceso artístico.