En la última clase tocamos el tema de las Residencias artísticas, una oportunidad de trabajar y llevar a cabo un proyecto concreto en lugaresalejados de nuestra vida cotidiana, donde podemos concentrarnos exclusivamente en el desarrollo de un proceso de creación y/o de investigación.
Suelen ser espacios que, además de un entorno único, ofrecen la experiencia del intercambio y colaboración con otros artistas residentes o bien con los habitantes de la zona.
Las condiciones de cada convocatoria varían según el caso: en algunas ocasiones hay becas que pueden llegar a cubrir los gastos de alojamiento, el uso de las instalaciones, salas de trabajo, estudios y materiales técnicos, la manutención e incluso el viaje. En otros casos los artistas deben realizar una aportación para costear dichos gastos.
Una buena base de datos de Residencias artísticas de todo el mundo es http://www.resartis.org/es/
En esta web, además, se explica con detalle lo que son y las oportunidades que pueden generarse a partir de ellas:
“Las Residencias artísticas se encargan de invitar a artistas, académicos, curadores (comisarios) y cualquier tipo de personas creativas durante un tiempo y espacio determinado, alejados de su entorno habitual. Durante su estadía, son provistos con un tiempo para reflexionar, investigar, presentar y/o producir. Esto permite a los individuos entrar en contacto con otra comunidad; conocer personas nuevas, utilizar diferentes materiales, tener una experiencia de vida en otros lugares. Las residencias artísticas enfatizan la importancia del intercambio cultural significativo y de diferentes niveles, así como la inmersión en otras culturas.
Algunos programas de residencias están incorporados a instituciones mayores. Otras organizaciones existen sólo para apoyar los programas de intercambio. Las residencias pueden ser parte de museos, universidades, galerías, estudios, teatros, espacios administrados por artistas, ayuntamientos, oficinas de gobierno e incluso festivales. Puede llevarse a cabo en determinadas sesiones, continuamente o dedicadas a algún evento en particular. Existen en espacios urbanos, pueblos y adentrados en la naturaleza. Cientos de oportunidades y organizaciones como estas existen alrededor del mundo.
No existe un modelo fijo: las expectativas y requisitos varían enormemente. La relación entre huésped y anfitrión es a menudo un aspecto importante en el programa de residencias. Algunas veces, los residentes se involucran con la comunidad –dando presentaciones, talleres, o colaborando con residentes locales. En otras ocasiones, tienen la oportunidad de estar más apartados, con tiempo de sobra para concentrarse e investigar en su respectiva labor.
Los programas de residencias utilizan un amplio espectro de modelos de financiamiento. A veces, los residentes deben financiar su propia estadía, encontrando apoyos en sus países de origen y/o instituciones locales. Existen también residencias que proveen total o parcialmente los gastos de los invitados.
El proceso de aplicación es muy variado; no todos los programas son organizados mediante convocatoria abierta. Algunas de las oportunidades son hechas solamente por invitación, o son ofrecidas a través de acuerdos con otras instituciones, fundaciones u organizaciones.
Muchas veces, la experiencia de la residencia es tan sólo el comienzo de relaciones más largas. Los residentes suelen regresar a completar el proyecto que comenzaron, a comenzar una nueva colaboración o tomar parte en alguna exposición, grupo o taller.”
Uno de nuestros lugares favoritos es el Espacio de Creación Azala: http://www.azala.es/es/residencias-artisticas/pagina_1/espaciocreacion_actividades_residencias_artisticas.html
Por último, un consejo: antes de presentar una propuesta, estudiad a fondo las bases de la convocatoria y valorad si realmente las necesidades de vuestro proyecto encajan con lo que la Residencia ofrece. ¡Suerte en la búsqueda!