Supongo que habréis oído alguna vez que “la mujer del César no sólo ha de ser honesta, sino parecerlo”. Pues bien, a mí ser y parecer de otro planeta, me cuesta lo mío:
Lo recuerdo como si hubiera sido hace meses, y tan sólo hace cuatro días que hacía equilibrios sobre el enorme tablero de ajedrez que formaba el suelo del claustro del CICUS (Sevilla). El final del Relay de Relays. Después han venido otras experiencias sobrenaturales, como hacer de fantasma por los pasillos de La Alhóndiga (Bilbo) el viernes de madrugada, y casi desvanecerme sobre un bogavante el sábado al mediodía en Oruña (Cantabria).
Ya pasó mayo. El juego sigue. Suena “Our endless numbered days” de Iron and Wine. Le doy volumen y os deseo un feliz día.
La foto es de Vicente Peñalver.