Arratsaldeon!
No he ido al Primavera Sound, pero os aseguro que he disfrutado del verdadero sonido de la primavera. Paseando por el monte se descubren poemas escritos con el eco de la madera. Hoy comparto un fragmento del diario de viaje de hace un par de semanas, a través del valle del Baztan. Está dedicado a Hasier Larretxea y a su aita.
Infernuko errota, 17/05/15
El riachuelo que camina hacia el Molino del Infierno domina el lenguaje Morse,
con sílabas cosidas por vocales cerradas,
pronunciadas a lo largo de las eras que han quedado marcadas con líneas blancas en las rocas.
¿Y tú, cómo te llamas?
¿Cómo tus piedras, tu arena, tu cauce?
Las ortigas de tu orilla, las vistosas y mortíferas digitales, los tréboles que han nacido para acolchar los pasadizos de troncos caídos.
Tu sonido cambiante al girar sobre mí misma encima del puente,
al pivotar sobre los tobillos que ahora se quejan.
Al otro lado sólo se atreven a cruzar aquellos que no temen a la magia.
Te llevaría conmigo si pudiera.
Un leñador con sierra ha compuesto un poema con los pedazos de un roble,
como fonemas, uno tras otro, dispuestos en maravilloso desorden.