Estoy buscando a las personas capaces de volver a dotar de vida objetos que en su día sirvieron para transmitir el sonido, aventuras, historias y seguro que alguna que otra pesadilla. El nuevo disco estará repleto de ellas.
En el 2007 compré dos laringófonos del ejército soviético (con casco incluido). Ésta es la foto que demuestra mi emoción la primera vez que me coloqué uno de ellos.
Los laringófonos eran la herramienta fundamental para comunicarse entre los pilotos que volaban en aviones con la cabina descubierta durante los años 30. Posteriormente fueron sustituidos por micrófonos convencionales, aunque el ejército soviético siguió utilizándolos hasta los años 80. Captan las vibraciones directamente de la laringe.
Estaba completamente ilusionada pensando en los miles de nuevos usos que les podría dar. Sin embargo, hasta hoy nadie ha conseguido ponerlos a funcionar.
Hoy he hablado con Jesús Etxeberria, el mago de los circuitos, los esquemas y la electricidad. Le he propuesto el reto, y cuando me ha contado que en su juventud, haciendo el servicio militar, trabajó en el equipo de radiotransmisiones, lo he visto claro: Estos pequeñuelos volverán a sonar, a transmitir relatos y a hacernos felices a algunos.