Egunon!
Pocas veces una tiene la oportunidad de ser percibida por una mirada tan especial como la de Martín Ibarrola. Ha puesto en palabras aquellas sensaciones que mi presencia y mi interacción musical con su hermano Naiel le causaron el día que nos conocimos.
“… fue capaz de emocionarse cuando resquebrajamos una sandía. Ainara miraba los objetos como intentando adivinar a qué sonarían. ¿Qué ruido hará ese jarrón cuando lo estalle contra el suelo?”
El texto se acaba de publicar en la revista literaria La Espiral, acompañado de la grabación de la pieza “Soledades”, resultado del ensayo al que asistió Martín como invitado discreto y silencioso:
“Decían tocar sobre un viejo poema, pero su canción parecía aún más antigua, de arena y agua salada, un cántico arcaico. ¡Ah, si hubiese conocido a Ainara cuando era un niño! Sin duda lo sabría, sabría que existen las brujas, que existe la magia.”
La magia es encontrarse con regalos así de vez en cuando.
PD: sigo preparando el concierto de este domingo en Garoa (Zarautz), con el libro “Cartas a un joven poeta” de Rilke en la mano, extrayendo estímulos. “Que algo sea difícil debe ser una razón más para que lo hagamos”.
Que paséis un buen día.
Podéis leer el texto completo en: http://laespiral.deusto.es/ainara-legardon-summa-pythonissae/