Egunon!
Era el verano del 2004, hace exactamente 10 años, cuando Álvaro Sanz (Los Cursos de Alvaro Sanz) y yo hicimos nuestro primer viaje juntos a Siurana. Recuerdo con total nitidez la canción que sonaba en su viejo coche, subiendo por la carretera que lleva a la montaña, y la sensación de libertad que me embargaba: «Butterflies drowned in wine», de Smog. Sé que él también se acuerda, porque hemos hablado de ese momento más de una vez.
Aquella noche nos tumbamos en la superficie de una roca gigantesca, tan pulida por el paso del tiempo, que ahora es increíblemente suave y tersa. Aún estaba caliente porque el sol la había bañado durante todo el día. Allí esperamos pacientes a que aparecieran las estrellas fugaces, a que nuestras miradas coincidieran en el mismo punto. Pasaron horas y horas, hasta que vimos lo que posteriormente nos explicaron que fue un meteorito entrando en contacto con la atmósfera terrestre. Tan bello como terrorífico. Nos agarramos de la mano tan fuerte que dolía, y se nos erizó el vello del rostro de puro miedo. Yo pensé que si ese era el momento de morir, ¿quién mejor a mi lado que mi amigo? Sería otro de nuestros periplos.
«It was speeding to the South and we thought it was the end. What a beautiful sight to behold holding your hand…» dice «Speeding South», el tema que cerrará mi nuevo disco.
En unas horas emprendo camino hacia ese lugar, donde Álvaro organiza este año el Festival Inspira. Voy a dar un taller, pero también voy a recordar, a saludar a viejos amigos, a afinar mi mirada y a dejar que se me erice lo que tenga que erizarse. Suenan los primeros acordes de esta canción, y yo ya estoy impulsándome hacia la montaña.
Subid el volumen y que paséis un buen día.