Este artículo de Nando Cruz para El Diario, «La música en ‘streaming’ vira de la cantidad a la supuesta calidad: ya no todo va a estar disponible», explica perfectamente qué está pasando en la industria del streaming. Gracias por contar con mi opinión al respecto: “se está vinculando directamente la calidad con los números. Eso nunca es sano en el ámbito artístico, pero es lo normal en el ámbito industrial. No debemos olvidar que las plataformas trabajan para sí mismas. Aunque nos parezca que debería ser un servicio público universal, el acceso a la música está controlado por muy pocas empresas que se deben a sus accionistas […] Es una pirámide de subordinación: los y las millones de artistas independientes están en manos de unos cientos de distribuidoras, estas están en manos de unas decenas de plataformas, y estas, ahora mismo, a merced de las decisiones de las tres multinacionales, que son las titulares de los grandes repertorios a los que las plataformas no se pueden permitir renunciar”.
Si os gusta un disco, comprad el formato físico o la descarga. No todo va a estar accesible siempre.