El pasado 6 de marzo falleció Lou Ottens, el creador del casete. La noche del 5 yo estaba en el escenario del Teatro Social Antzokia de Basauri, con uno de mis Walkmans en la mano, el botón de grabación activado y dejando que la cinta magnética registrara mi respiración, mi voz y los sonidos provenientes de los amplificadores. Hace años que trabajo con las grabadoras de casete como formato/instrumento, las considero actualmente las más bellas compañeras (junto a mis guitarras) para crear música.
Mi amigo Pablo Marte escribió hace unos años “insuflar aliento a un Walkman en 2018 es algo tierno”, tras verme tocar. Sigo insuflando aliento a las cintas, siguen insuflándomelo a mí.
Gracias, Lou Ottens, por lo que nos diste. Por mi parte prometo cuidar y mantener vivo el formato que creaste y que tantas alegrías me sigue dando. Que paséis buena tarde, con alientos capturados entre partículas ferromagnéticas.
La foto es de Rafa Rodrigo, durante la interpretación de “Meridiano cero”.