¿Queréis saber a qué viene el título del recopilatorio de Bob Dylan «The Copyright Extension Collection Vol. 1″? ¿A qué se refiere la «Ley Cliff» y por qué se llama así? ¿Cuándo caen las grabaciones en dominio público?
Mediante la Directiva 2011/77/UE se amplió el plazo de protección de los derechos de artistas intérpretes o ejecutantes, y de los productores fonográficos de 50 a 70 años. Dicha directiva se conoce como «Ley Cliff», ya que fue el artista Cliff Richard quien abanderó la campaña en pro de la extensión de esta protección. Según el Consejo Europeo, esta ley se promovió para garantizar los derechos de los intérpretes que «se quedan sin ingresos en su vejez».
La norma solo es aplicable a las grabaciones fonográficas (no audiovisuales) ya divulgadas lícitamente, por lo que los temas inéditos (que no se han publicado en un fonograma ni tampoco comunicado públicamente) siguen pasando a dominio público tras 50 años computados desde el 1 de enero del año siguiente a su fijación. Esto ocurrió, por ejemplo, con el tema «Love me do» de The Beatles, que estuvo varios meses a merced de cualquiera que quisiera ponerlo a la venta en territorio europeo. Las discográficas, para evitar que las grabaciones inéditas de sus artistas fijadas en los primeros años de la década de los sesenta caigan en dominio público, se han apresurado a publicar recopilatorios de rarezas, directos o maquetas, que son en muchos casos versiones de baja calidad de títulos conocidos. Mediante esta estrategia, los temas dejan de ser inéditos y a ellos se les puede aplicar la «Ley Cliff», que extiende su protección.
Este es el caso de la colección de 59 canciones de The Beatles que publicó Apple Records en diciembre del 2013 -disponible digitalmente a través de iTunes-, o la recopilación de temas inéditos de Bob Dylan, fijados entre 1963 y 1964, que Sony Music editó a finales del 2012 bajo el claro título «The Copyright Extension Collection Vol. 1».
A ambas noticias se les dio muy poca publicidad, ya que a las productoras fonográficas les interesa que estos lanzamientos pasen desapercibidos. De hecho, Sony Music tan solo editó cien copias de la colección de Dylan y exclusivamente en territorio europeo. El principal fin por el que los sellos editan estos fonogramas no es la venta de discos, sino la extensión de la protección de los derechos y evitar así que cualquiera pueda poner lícitamente a la venta ese material, ya que hubiera caído en dominio público tras 50 años desde su fijación.
«The 50th Anniversary Collection 1963» es el segundo recopilatorio que Sony Music publicó para evitar que ciertas grabaciones de Dylan cayeran en dominio público en Europa. Se trata de una caja de seis vinilos de la que se pusieron en circulación tan solo cien unidades en noviembre de 2013.
Otros sellos discográficos han seguido el mismo ejemplo y en los últimos años han publicado compilaciones de rarezas de sus artistas más relevantes con el propósito de extender la protección de sus grabaciones.
Portada de «The Copyright Extension Collection Vol. 1″. Fuente: Wikipedia.